La vacunación contra el COVID-19 antes o durante el embarazo es especialmente importante en entornos con una transmisión comunitaria de moderada a alta o en mujeres con mayor riesgo individual de exposición o enfermedad grave¹. Las vacunas contra el COVID-19 son seguras cuando se administran durante el embarazo en todos los trimestres de gestación y el puerperio, y protegen eficazmente a las mujeres embarazadas, las madres y sus recién nacidos².
En estudios que incluyeron a cientos de miles de personas de todo el mundo se demostró que vacunarse contra el COVID-19 antes y durante el embarazo es seguro, efectivo y beneficioso tanto para la persona embarazada como para el bebé³.Además, se ha demostrado en algunos estudios que las mujeres embarazadas que reciben las
vacunas contra el COVID-19 generan anticuerpos que están presentes en la sangre del cordón umbilical de los bebés, lo cual sugiere que ellos también pueden recibir los beneficios protectores de la vacuna, además de los que esta aporta a las mujeres embarazadas⁴.
La infección por SARS-CoV-2 durante el embarazo también se ha asociado a resultados adversos como parto prematuro, bebés con bajo peso al nacer, muerte fetal e ingreso en unidades de cuidados intensivos neonatales⁵. Dados los considerables riesgos debidos al COVID-19 durante el embarazo, es fundamental garantizar que las mujeres embarazadas, y las que planean quedar embarazadas, tengan acceso a las vacunas contra el COVID-19 aprobadas por la OMS en la lista de uso en emergencias⁶.
Además, se ha documentado el riesgo de transmisión postnatal de la infección por SARS-CoV-2 de madres infectadas u otros cuidadores a los lactantes, y hay que tener en consideración también que los bebés tienen un mayor riesgo de hospitalización que los niños mayores⁷. Por lo que, vacunarse es una manera importante de que las
mujeres se protejan a sí mismas y a sus bebés frente al COVID-19 durante el embarazo⁸.
El riesgo de contraer el COVID-19 aumenta en entornos con mayor transmisión del virus. Incluso en zonas con baja transmisión, ciertas personas pueden seguir teniendo un alto riesgo de exposición, como los trabajadores de la salud⁹. Las mujeres embarazadas y las que hayan dado a luz recientemente deben acudir a sus citas médicas habituales, de acuerdo a la normativa local, observando las medidas adaptadas para reducir la posible transmisión del virus10.
La OPS recomienda la vacunación de las mujeres embarazadas y las madres, por considerar que son un grupo de alta prioridad, debido a los riesgos que conlleva la infección en este grupo11. Los médicos y científicos han estado controlando constantemente las vacunas contra el COVID-19 que se les administran a las personas embarazadas y todo el tiempo llega más información que confirma la seguridad de las vacunas12.